Ya seas un aficionado o un recién llegado al mundo del whisky, la enorme cantidad de tipos y marcas disponibles en el mercado puede llegar a abrumarte. Son muchas las procedencias, así como los diferentes sabores y aromas que ofrecen las destilerías. Si a esto le sumamos las peculiaridades de cada método de producción o los distintos tiempos de maduración, saber con cuál quedarte no parece nada evidente.
Pero no te preocupes, ¡estoy aquí para ayudarte a elegir! Y en este artículo te voy a mostrar los mejores whiskies de 2022 en relación calidad-precio. Porque es posible disfrutar de un gran whisky sin tener que dejar temblando la cartera…
Antes de comenzar con mi ranking, ten en cuenta que lo de «el mejor whisky» es muy subjetivo. Cada paladar es un mundo: yo puedo disfrutar con el toque ahumado de un buen whisky de Islay y tú preferir de largo los sabores dulzones y especiados de un bourbon clásico (o al revés).
Lo que sí te garantizo es que en esta selección encontrarás whiskys excelentes, ideales para cualquier paladar y para todo tipo de presupuesto. ¡Así que vamos allá!
Los 9 mejores whiskys de 2022
Según mi propia experiencia, y tras haber contrastado opiniones con otros amantes del whisky, esta es mi particular clasificación de los 9 mejores whiskys del momento. Verás que he procurado incluir al menos un representante de cada procedencia. También alterno whiskies de sabor intenso con otros algo más ligeros para darte más opciones a la hora de disfrutarlos: solos, con hielo, en cóctel…
9. Bulleit Bourbon Frontier
La elección con el precio más ajustado es el Bourbon Bulleit Frontier, un whiskey de Kentucky inspirado en la vieja receta familiar de hace más de 150 años. Elaborado a partir de una mezcla de maíz, malta de cebada y centeno, su alto contenido en este último cereal le da un sabor intenso y algo picante.
Envejecido en barricas de roble americano durante seis a ocho años, se elabora de manera 100% artesanal. De hecho, las etiquetas se colocan siempre ligeramente torcidas para recordárnoslo. Y el espíritu de la frontera sigue presente tanto en la forma de la botella como en sus letras en relieve, que nos transportan a la época de los pioneros.
Con aromas de roble dulce y notas de pimienta, vainilla y nuez moscada, es ideal para amantes del bourbon que quieran ir más allá de marcas sureñas tan conocidas como Jim Beam o Four Roses.
- Muy apropiado para preparar cócteles, como el Old Fashioned.
- Una relación calidad-precio excepcional.
- Sus 45° hacen que sea un poco fuerte para tomar solo.
8. Johnnie Walker Black Label
El Johnnie Walker Black Label es un blended escocés obtenido exclusivamente por mezcla de ¡30, según el fabricante! whiskies madurados al menos 12 años. En este proceso se combinan whiskies puros de malta y whiskies de grano de las regiones productoras de Speyside, Highlands, Lowlands, Campbeltown e Islay.
El resultado es una bebida intensa aunque equilibrada, donde el típico sabor ahumado de la marca se atempera con toques de cáscara de naranja, especias y pasas.
Los aromas afrutados complementan las notas picantes y los recuerdos de turba y malta. En mi opinión, es un whisky perfecto para disfrutar con amigos, ya que su sabor huye de los extremos de algunos single malt y, por lo tanto, es idóneo para todo tipo de paladares.
- Perfecto para una amplia gama de bebedores de whisky.
- Más suave que otras etiquetas de la marca, como la Double Black o la Green.
- Los que buscan el predominio claro del sabor ahumado pueden decepcionarse.
7. Cardhu Gold Reserve
Si estás buscando un buen whisky escocés puro de malta para iniciarte, el Cardhu Gold Reserve es una opción deliciosa. Al estar elaborado en barricas de roble tostadas, es rico en sabores afrutados y otros matices, como los aromas a galleta, canela, tofe y manzana.
El carácter sedoso marca de la casa se combina con las notas tostadas y de manzana asada. Así pues, resulta perfecto para quien no sea muy fan de los gustos ahumados o excesivamente amaderados, así como para los que quieran probar un single malt lleno de matices a precio asequible.
- Su presentación en envase de lujo lo hace ideal para regalo.
- Servido con hielo, libera más sabores afrutados.
- Si te gustan los whiskies de malta con carácter muy marcado, mejor sigue leyendo.
- Ten cuidado si lo tomas con hielo: su suavidad puede hacer que te pases de copas.
6. Jameson Black Barrel
Una excelente opción si prefieres el whiskey irlandés a las delicias escocesas. El Jameson Black Barrel adquiere su peculiar aroma tras madurar en barricas carbonizadas de roble americano que antes contuvieron bourbon y jerez. Este método de producción le da un sabor más especiado e intenso: pimienta, vainilla, nuez o avellana combinadas con sabores afrutados de albaricoques y nectarinas procedentes de los barriles de jerez.
Este whisky premium de Jameson es más potente que otras referencias de la marca y solo se destila un pequeño lote cada año. Así pues, si hoy te has despertado algo sibarita, el Black Barrel te ofrece un whisky con cuerpo, pero lleno de aromas y sutilezas (y con una relación calidad precio difícil de igualar).
- Un perfecto representante de los whiskeys irlandeses de calidad.
- Ideal para tomar solo, aunque potenciará cualquier cóctel que prepares con él.
- La complejidad del sabor quizá no sea apta para paladares poco entrenados.
5. Laphroaig 10 años
El Laphroaig 10 años no deja a nadie indiferente: o amas su sabor al instante o lo odias con todas tus fuerzas. Y es que es un digno representante de los whiskies de malta de la región escocesa de Islay: las notas predominantes de tierra mojada, turba y sal se mezclan con toques picantes de pimienta negra, hierba o yodo. Un sabor intenso y contundente que la propia destilería recomienda disfrutar con un poco de agua o hielo para abrir el paladar.
Respecto a su envejecimiento, se utilizan barricas de roble previamente usadas para la elaboración de bourbon, lo que le proporciona un sutil punto de dulzor a pesar del aroma muy ahumado y el recuerdo persistente a algas marinas.
- Una personalidad potente y rica en matices para degustar con tiempo.
- Sus cualidades han sido reconocidas con numerosos premios internacionales.
- Te lo desaconsejo si no estás acostumbrado a los whiskies ahumados y salinos.
4. Nikka From The Barrel
El whisky japonés, con algo menos de 100 años de historia, sigue cosechando premios internacionales y ganando prestigio en todo el mundo. Quizá esto te sorprenda si estás empezando ahora a catar whiskies, pero te recomiendo que incluyas alguna marca nipona en tu lista de deseos como alternativa a los single malt escoceses; vale la pena.
En concreto, el Nikka From The Barrel se elabora mezclando dos whiskies de malta de la casa (Yoichi y Miyagikyo) con uno de grano. Así se obtiene un licor intenso y potente. Las notas predominantes de especias y roble se equilibran con aromas de fruta madura y flores, por lo que resulta ideal, por ponerte un ejemplo, para acompañar una tabla de quesos curados.
Los fans del bourbon sabrán apreciar también este blended con cuerpo, aunque suave al paladar a pesar de su alta graduación. De hecho, hay que andar con ojo porque en una sobremesa con amigos entra demasiado bien…
- Una marca de referencia en whiskies japoneses a muy buen precio.
- Una presentación elegante para destacar su tonalidad cobriza.
- Su rotunda graduación de 51,4° pide diluirlo con agua o hielo si no estás acostumbrado.
- El formato inusual de 500 ml lo encarece frente a las botellas estándar de 700 ml.
3. Lagavulin 16 años
El Lagavulin 16 es un whisky escocés puro de malta de Islay, madurado durante al menos 16 años en barricas de roble. Si te animas a probarlo, encontrarás un licor intenso y seco, con marcado sabor a humo de turba, yodo y algas marinas. Sin duda, no olvidarás esa sensación.
Esta vieja receta de 1816 ganó dos medallas de oro en el World Spirits Competition de San Francisco de 2018. En la actualidad es uno de los mejores whiskies ahumados del mercado.
Nota para gourmets: acompaña de maravilla un buen plato de marisco.
- La opción perfecta para los fans de los whiskies con sabor a turba.
- Excelente relación calidad-precio para un whisky premium.
- Es uno de los whiskies más ahumados del mundo; si es el primer island que vas a tomar, mejor elige algo más suave, como el Jura Journey.
2. Talisker 10 años
Todo un clásico de la destilería más antigua de la isla de Skye, con muchos premios a sus espaldas. El Talisker 10 es un whisky puro de malta en el que destaca un suave dulzor y distintas notas ahumadas, de pimienta y sal marina, un auténtico reflejo de la propia isla donde se fabrica.
Como buen escocés, es destilado dos veces y pasa al menos 10 años añejándose en barricas de roble americano. Creo que es un single malt muy sabroso y reconfortante, en el que los aromas a humo y turba se equilibran bastante bien con matices más suaves, como frutos secos o malta tostada, sin olvidar los toques dulces a pera y manzana.
Así pues, es un whisky complejo y redondo que gustará tanto a los incondicionales de los ahumados de las islas (tipo Laphroaig o Lagavulin) como a quien prefiera sabores algo menos extremos, gracias a su componente frutal.
- Multipremiado, un valor seguro en cualquier mueble bar.
- Es el que te recomiendo para iniciarte en el mundo de los ahumados.
- Graduación por encima de la media (45,8°), nada que un poco de agua no pueda corregir.
1. Macallan Double Cask 12 años
Y en primera posición en el ranking de whiskies por calidad/precio, el Macallan Double Cask 12. Un licor que madura durante más de 12 años en barricas americanas usadas para bourbon y en barricas de roble europeo que antes añejaron jerez. Así se obtiene lo mejor de ambos mundos: un single malt especiado con sabor a miel, cítricos y jengibre.
A poca distancia en mis preferencias con el Talisker 10, este whisky escocés está muy bien equilibrado, lo que lo hace algo más ligero y fresco sin perder nada de cuerpo. Por ello creo que es ideal para todo tipo de paladares. Si huyes de los extremos y te gusta darte un pequeño capricho de vez en cuando, esta es una apuesta segura.
- Cremoso, muy agradable, para disfrutar sin prisas de todos sus aromas.
- Un whisky para regalar con el que siempre quedarás bien.
- Banda media-alta de precio, aunque es superior a otros whiskies más caros.
Comparativa del mejor whisky calidad precio
En esta tabla encontrarás una comparativa con las principales características de los whiskies analizados. Así podrás elegir de un vistazo el que mejor se adapte a tus gustos y a tu presupuesto.
MARCA | TIPO | ORIGEN | ALCOHOL | VOLUMEN | |
---|---|---|---|---|---|
![]() Bulleit Frontier | Bourbon | Estados Unidos | 45% | 700 ml | Ver precio |
![]() Johnnie Walker Black Label | De mezcla | Escocia | 40% | 700 ml | Ver precio |
![]() Cardhu Gold Reserve | Single malt | Escocia (Speyside) | 40% | 700 ml | Ver precio |
![]() Jameson Black Barrel | De mezcla | Irlanda | 40% | 700 ml | Ver precio |
![]() Laphroaig 10 años | Single malt | Escocia (Islay) | 40% | 700 ml | Ver precio |
![]() Nikka From The Barrel | De mezcla | Japón | 51,4% | 500 ml | Ver precio |
![]() Lagavulin 16 años | Single malt | Escocia (Islay) | 43% | 700 ml | Ver precio |
![]() Talisker 10 años | Single malt | Escocia (Skye) | 45,8% | 700 ml | Ver precio |
![]() Macallan 12 años | Single malt | Escocia (Highland) | 40% | 700 ml | Ver precio |
Todo lo que necesitas saber antes de comprar un whisky (guía de compra)
El whisky es un destilado complejo con una larga historia. En su elaboración intervienen un buen número de factores que, si te estás iniciando en este mundo, hacen difícil elegir con criterio. Sea cual sea tu presupuesto, aquí encontrarás una breve guía de compra de whisky que te facilitará esa tarea aunque solo dispongas de la información que aparece en la etiqueta.
Tipos de whisky
Según su elaboración:
De malta: elaborado exclusivamente a partir de cebada malteada. Son whiskies de sabor intenso, aunque con muchos matices. A su vez puede ser:
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- Single malt: elaborado solo con malta de cebada en una única destilería. Por lo general, suele ser una mezcla procedente de diferentes barricas. Si proviene solo de una, el whisky vendrá etiquetado como single cask.
- Vatted malt: se elabora mezclando whiskies de malta de distintas destilerías. Si en la etiqueta pone solo «malt», se tratará probablemente de un vatted malt.
De grano: fabricado a partir de cebada sin maltear, maíz y otro tipo de cereales, como trigo o centeno, que pueden estar malteados.
Blended (o de mezcla): se elabora mezclando los dos tipos anteriores, por lo que su sabor dependerá del porcentaje que contenga de cada uno de ellos, así como de su origen. Para que te hagas una idea de su importancia, la producción de whisky de mezcla supone ¡algo más del 80 % del mercado!
Según su origen:
Whisky escocés: el más famoso en todo el mundo. Se elabora con unos estándares muy estrictos, ya que solo puede producirse en Escocia usando agua y cebada malteada. Por lo general, la malta fermentada se somete a dos destilaciones. Además, debe envejecer en barriles de roble durante al menos 3 años. Como ocurre en el mundo de los vinos, cada región aporta aromas y matices propios bastante reconocibles. Son whiskies potentes, en especial los single malt, por lo que quizá no sean la mejor opción para empezar.
Whiskey irlandés: sí, con una «e» en su nombre. Varios historiadores creen que la añadieron en el siglo XIX para distinguirlo del –por entonces– inferior whisky escocés que inundaba el mercado. Se elabora también con agua y cebada malteada, pero mediante tres destilaciones en alambiques de cobre, y madura en barrica de roble al menos 3 años como su vecino. Es algo más suave que el whisky escocés, aunque con igual complejidad de sabores y matices, así que es un buen candidato para iniciarse en la cata de este tipo de licor.
Whiskey estadounidense: los emigrantes irlandeses llevaron también la «e» a tierras americanas, aunque allí el ingrediente básico es el maíz, con una proporción por ley de más del 51 % (algunas destilerías llegan al 80-85 %). Otros cereales típicos son el centeno, el trigo o la cebada malteada. En realidad, hay 3 tipos principales de whiskey estadounidense:
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- Bourbon: con una sola destilación y un envejecimiento mínimo de 2 años (suele mantenerse 5) en barricas nuevas de roble americano tratadas con fuego. Es la bebida típica de Kentucky, aunque se pueda producir legalmente en todo el territorio de Estados Unidos. Es más dulce que los anteriores (a mayor proporción de maíz, mayor sabor a caramelo) y muy apropiado para cócteles.
- De centeno: con al menos un 51 % de este cereal, ha de permanecer un mínimo de 2 años en barriles de roble americano tostados. Su sabor especiado, potente y con un final ligeramente amargo nos ofrece otra opción para probar algo distinto.
- Whiskey de Tennessee: con Jack Daniel´s a la cabeza, la marca norteamericana más vendida en el mundo. No confundir con el bourbon: aunque su proceso de destilación es similar, el whiskey de Tennessee suele contener menos centeno en la mezcla de partida y se somete a un proceso de filtrado exclusivo a través de carbón de arce para eliminar impurezas. Esto le da un sabor meloso más suave y un carácter diferente.
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Whisky japonés: con algo menos de 100 años de historia, es heredero del single malt escocés. Sin embargo, ha ido evolucionando hacia estilos únicos que le han reportado prestigiosos premios en los últimos años, sobre todo en whiskies de mezcla. Sus destilerías suelen experimentar más, sobre todo en el proceso de envejecimiento, llegando a usar barriles poco convencionales, como los de roble Mizunara autóctono (más poroso) o los que antes contuvieron vino de ciruela u otros licores. Se caracterizan por ser delicados, suaves y llenos de matices, algo que los ha convertido en el whisky de moda. Aunque su popularidad los ha encarecido, si tienes oportunidad de probarlos o quieres darte un capricho, no lo dudes.
Whisky canadiense: algo menos conocido, se prepara a partir de centeno malteado, cebada y maíz. Una vez destilado, se añeja en barricas de roble tres años como mínimo. Es un whisky más ligero, pero con una gama de aromas que lo sitúan entre el escocés y el bourbon, así que tampoco es un mal candidato para iniciarse.
Otros whiskies más «exóticos»: aunque los anteriores son los más conocidos, existen muchas otras procedencias, como el whisky de Gales (dejado de producir en 1910, resurgió con fuerza en el año 2000 y ya cuenta con 3 destilerías), el de la India (elaborado a partir de melazas, lo que le hace más parecido a un ron) o nuestro whisky español.
Lo que nos dice la etiqueta
Espero que esta explicación te haya aclarado las cosas. Sin embargo, además del origen y el tipo de whisky, la etiqueta también proporciona información adicional muy valiosa para saber qué whisky elegir:
Su graduación alcohólica: es decir, su porcentaje de alcohol en volumen (en inglés ABV, Alcohol By Volume). Suele oscilar entre 40 y 45 grados (ya que se les añade un poco de agua para rebajarlos antes de embotellar), aunque algunos whiskies comercializados pueden llegar a superar los 50. Lógicamente, a mayor cantidad de alcohol, más fuerte será el whisky. En estos casos, es recomendable añadir algo de agua para rebajar su potencia y abrir aromas que si no podrían quedar enmascarados.
La edad, es decir, el tiempo que ha pasado madurando en barrica: es un dato muy importante, ya que cuanto más añejo, mayor número de matices desarrollará y más suave será (pues los aromas picantes y ásperos se van degradando con los años), aunque también más caro. La etiqueta nos dirá el número de años que han pasado desde que el whisky se destiló y se pasó a barril hasta que se embotelló: 10, 12, 16… Si no hay ninguna referencia a la edad y es un whisky escocés, lo más probable es que tenga entre 3 y 9 años. Ojo: en un whisky blended, la edad que aparece marcada en la etiqueta corresponde a la del whisky más joven de la mezcla, no al promedio de los diferentes whiskies que lo componen.
El tipo de barrica utilizada: no siempre se especifica, pero es una información estupenda que puede ayudarnos a predecir los sabores y aromas que nos vamos a encontrar. Con el tiempo, el destilado se va filtrando por los poros de la madera de roble y va absorbiendo sus aromas. Además, si la barrica empleada ha contenido anteriormente otro licor (jerez, bourbon, oporto…), la personalidad de esos licores pasará al nuevo whisky. Así por ejemplo, el roble americano que antes contuvo bourbon le proporcionará un perfil más ligero y cremoso, mientras que el whisky envejecido en barricas de roble europeo que antes maduraron jerez fino u oloroso será más rico en aromas tánicos y afrutados.
Las notas de cata: un dato valiosísimo, ya que nos adelantan la experiencia gustativa que vamos a obtener y nos permitirán escoger o desechar de entrada ciertos tipos de whiskies extremos. Aparecen en muchas marcas escocesas, y se dividen en «nose» (los aromas que percibimos al olerlo), «taste o palate» (la gama de sabores que disfrutaremos al tomarlo) y «finish» (el regusto final que deja una vez tomado). Cuanto más detalladas sean, mejor. Así sabremos si en un whisky predomina el sabor ahumado (smoke), a turba (peat), amaderado (wood), salino (salt) o afrutado (fruity), entre otros.
El color: el tono más o menos dorado o tostado no ha de influenciarnos a la hora de elegir un buen whisky, ya que va a depender sobre todo de las barricas usadas en su maduración. Te explico por qué. La mayor parte del whisky elaborado en todo el mundo envejece en roble, pero mientras el europeo tiende a dar notas más rojizas, el americano produce destilados más amarillentos. Además, a mayor tostado del barril, más oscuro será el whisky. Pero si el barril se empleó antes para añejar otro licor, la cosa se complica: el jerez aportará tonalidades castañas, el oporto más rosadas o rojizas, etc.
Ante tantas posibles variaciones, muchas marcas optan por añadir algo de colorante caramelo (E150, el único permitido por ley en esta industria) antes de embotellar sus whiskies para conseguir lotes de producción con un color homogéneo. Sin embargo, la polémica está servida, porque el consumidor suele identificar un whisky más oscuro con un mayor añejamiento y una mayor riqueza de sabores. La verdad es que el bajísimo porcentaje de colorante caramelo añadido no altera el dulzor original (de hecho, el sabor del E150 no es dulce, sino ligeramente amargo) y no debería influir en tu decisión de compra. Por ponerte un ejemplo, el Macallan 12 no incorpora caramelo y el Talisker 10 sí, siendo ambos muy buenos whiskies.
Si has leído hasta aquí, ya cuentas con toda la información necesaria para adentrarte por tu cuenta en el complejo mundo del whisky. Mi consejo final es que empieces por los sabores que más te gusten, pero que no te cierres a probar en un futuro algo diferente aunque pienses que no está hecho para ti. Te lo digo por experiencia. ¡Salud y buena cata!

Me he enterado de muchas cosas que desconocía sobre las catas, las barricas… Buen trabajo y buen artículo.
Gracias!
Juan
Gracias por tu comentario, Juan.
Ese es precisamente el objetivo de Top Destilados: aportar información y compartir curiosidades en torno a la elaboración y maduración de estas bebidas. Si te pasas por aquí de vez en cuando, podrás seguir descubriendo datos curiosos 🙂
¡Un saludo!
Muchas gracias por esta master class, me ha aclarado muchas dudas
Me alegro mucho de que te haya sido útil la información, Mario. Muchas gracias por compartir, y no dejes de pasarte por aquí de vez en cuando para seguir aprendiendo cosas sobre el whisky y el resto de bebidas destiladas.
Tomo whisky hace algunos años y es primera vez que me instruyo en el tema, me pareció bastante completo para iniciarme.
Mi preferido desde siempre el Chivas.
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar, Gustavo. Me alegro de que esta pequeña guía te haya servido para saber algo más acerca del whisky 🙂
Ya llevo probados tres destilados de tu seleccion y coincido totalmente con tus comentarios, son una gran orientación. Gracias.
¡Gracias a ti por tu comentario, Vicente! Ese es justo el objetivo de la web.
Muy buen artículo!!
Muchas gracias!!
¡Gracias a ti, Guillermo, por pasarte por aquí y dejar tu opinión!